Los beneficios de la gratitud provienen del desarrollo de la disposición al agradecimiento o tendencia a sentir gratitud con frecuencia. Una persona con disposición a sentirse agradecida ha creado un visión del mundo que afirma que la vida es un regalo. Podemos cultivar el agradecimiento estructurando nuestra vida, forma de pensar y de hablar de modo que facilitemos las experiencias que inducen a la gratitud.
Aquí van unas sugerencias para cultivar esta disposición o actitud:
Diario de gratitud: Escribe diariamente de 3 a 5 cosas por las que estés agradecido en ese momento. Desde lo más prosaico a lo más sublime. No olvides personas concretas que te quieren o te ayudan. Busca la frecuencia ideal para ti y el momento oportuno.
Otras maneras de expresar gratitud: Elegir un momento determinado para contemplar objetos de gratitud, o reflexionar sobre lo que estás agradecido. Por ejemplo antes de dormir o al levantarse.
Otras ideas podrían ser:
- Identificar cada día una cosa que se suele dar por sentada y pasa desapercibida.
- Identificar una queja o pensamiento negativo al día y reemplazarlo por uno de agradecimiento.
- Buscar un socio de gratitud con el que compartas las listas de gratitud que tienes. A algunas personas les resulta más motivador sociabilizar este tema.
Busca variaciones en tu estrategia de expresar gratitud- Se sugiere variar la rutina que uno tiene de expresar gratitud, para evitar repetirse o el aburrimiento. Por ejemplo puedes detenerte a expresar gratitud cada vez que algo la desencadene o puedes cambiar deliberadamente el ámbito de tu vida en la que te centras al expresar gratitud (p.e. un día sobre tu pasado, otro sobre tus relaciones, otro sobre el trabajo, etc.), o bien escribir una temporada y otra reflexionar sobre tus bendiciones.
Recordar los momentos duros: Cuando se recuerda los momentos difíciles, las crisis, traumas, pruebas, y se compara con nuestro estado actual, se crea un contraste, que es un campo fértil para el agradecimiento.
Muchas personas se dan cuenta que se producen cambios vitales debido a circunstancias problemáticas como accidentes, enfermedades, rupturas,… de modo que se puede agradecer la oportunidad que es toda crisis.
Escribe una carta de gratitud: a alguna persona hacia la que sientes una deuda de gratitud. Describe con detalle lo que hizo por ti, como afectó a tu vida; menciona tu recuerdo y valoración de sus esfuerzos, etc. Si es posible, se recomienda ir a visitarla y leérsela. También es útil aunque no se envíe o lea.
También es posible escribir un carta de gratitud a alguien a quien no conoces pero que ha influido en tu vida (un escritor, un político, etc.) o que te la ha facilitado (cartero, conductor de autobús, etc.).
Observa tu lenguaje.Se trata de ir cambiando un lenguaje negativo por una charla de gratitud. Podemos ayudarnos con frases como “tengo muchas cosas en mi vida por las que estoy agradecido” “mi vida es un regalo” “soy afortunado por esta familia” “ agradezco mi salud y disfrutar de mis sentidos”, etc
Usar recordatorios visuales, comprometerse a practicar. La mala memoria y la falta de conciencia son los primeros obstáculos para ser agradecido. Podemos usar notas, citas, a otras personas para motivarnos a la práctica.
Expresa tu aprecio a personas queridas, amigos, compañeros. etc. Recuerda la mortalidad humana. No sabemos cuando será la última vez que vemos a una persona. Expresemos nuestro afecto en vida.
Practica meditaciones de gratitud. Esta práctica ayuda a potenciar el bienestar cuerpo-mente, y motiva a incorporar la disposición a la gratitud en la vida
No te pongas límites.Podemos llegar a formas avanzadas de gratitud como sentirse agradecido por aquellos a los que beneficiamos, e incluso agradecidos por nuestros enemigos.
(para profundizar: GRACIAS, de Robert Emmons)
https://agustinprieta.wordpress.com/2015/12/28/la-practica-de-la-gratitud/